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| Foto: Juan Donapetry Iribarnegaray |
La recta de Cantarrana y Covas en los años 20 cuando ni siquiera habían crecido los grandes álamos. A la derecha se ve la casa de las Laboreiras, que tenía la única luz (una simple bombilla) que durante muchos años hubo por la noche en Cantarrana.
En 1950 Remigio Mestre hizo esta foto; los grandes álamos unían sus copas formando un verdadero túnel. A la derecha, además de la casa de las Laboreiras, se puede ver el pretil del puente del Cantarrana y alguien esta sentado en el de enfrente. La calzada era de cemento con juntas de alquitrán que se abladaba los días de calor. Casi no había coches y se podía pasear por el medio de la calzada.
Y así es Cantarrana hoy, con el río soterrado, han desaparecido los álamos, ampliando la avenida orillada ahora por grandes edificios y repleta de coches.
La avenida de Cantarrana desde el otro extremo, con San Roque al fondo y las antenas y casetas del Penedo do Galo detrás.
