lunes, 27 de febrero de 2017

Paseo de los enamorados


  Nos hemos acercado hoy hasta Sargadelos para recorrer el viejo sendero a la vera del canal que daba energía a las máquinas de la fábricas de fundición y cerámica que allí había.

 

  La senda recibe el poético nombre de Paseo de los enamorados y discurre entre grandes árboles.


  Hace años el viejo camino era como más recoleto pero se han desbrozado las laderas del monte y el propio camino por lo que todo está mas abierto, despejado y luminoso.


El recorrido termina junto a la presa que debido a las lluvias rebosa de agua.

lunes, 20 de febrero de 2017

Otra vez


  Otro año mas los amigos del Deseado se reunieron en el chalet de Rosa y Carlos, en Covas, para celebrar todos juntos con una comida el 80 aniversario de su botadura.



  Después de mas de 40 años las hermanas Eiroa volvieron a la pandilla del Deseado.

lunes, 13 de febrero de 2017

La paella de Mary


 Durante muchos años O Veleto iba hasta la playa de San Román para degustar la paella de Mari Guevara, la mujer de Paco Ordoñez, que aunque vivió casi toda su vida en Lugo, era valenciana.



Pili, Agustïn, Paco Ordoñez y Mary Guevara


La paella la comían en el bar de Fanego, el único que había.


  La mañana la aprovechaban para darse un baño, tomar el sol y coger mejillones y cangrejos por las rocas de San Román para acompañar la paella.

lunes, 6 de febrero de 2017

Castelos: Ayer y hoy


   Viejas fotos y postales de los Castelos nos dicen como eran antes de que la mano del hombre los transformase poniendo puentes entre ellos.



  La construcción de diques ha cambiado las corrientes de la ría quitándoles la arena y llevándola  al otro extremo de la playa de Covas.



Las rocas han ocupado el lugar de la arena.



Parece como si los Castelos hubiesen crecido surgiendo de la tierra.



  El Deseado se botó mucho antes de la construcción de los puentes y ha sido testigo de su ruina.

Después del baño

   Playa de San Román, un 3 de agosto de 1965. Se han dado un baño y es la hora de la merienda, algunos todavía tienen el bocadillo en la ma...