Los viandantes y vecinos de una concurrida calle Cervantes en Viveiro no pierden de vista al fotógrafo que los inmortalizó a principios del siglo pasado.
El mismo lugar 100 años mas tarde: hay poca gente, la calle está totalmente empedrada y en obras por la última riada.
Mirando hacia abajo, el público sigue atento al fotógrafo y se puede ver un bote en el mar que hoy tapan los galpones aunque parece ser que por poco tiempo.























