Un hombre ha dejado atrás la puerta de Carlos V y camina decidido por el medio de la calzada del puente de la Misericordia, va tranquilo porque a principios del pasado siglo prácticamente no había tráfico de coches por el puente.
Aunque en el momento de la foto no hay coches, la imagen es engañosa porque por ese punto el tráfico es constante y ya no es posible ir por la calzada del puente con esa despreocupación.





















