Los viejos botes esperan varados entre la hierba donde no les alcanza la marea, más allá el Castro y los Castelos y detrás el monte Faro.
El muro separa la playa del paseo marítimo: ya no hay botes.
Playa de San Román, un 3 de agosto de 1965. Se han dado un baño y es la hora de la merienda, algunos todavía tienen el bocadillo en la ma...